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jueves, 25 de marzo de 2021

Prácticas del lenguaje 6to año

Destinatarios: 6to A, B y C

Área: Prácticas del lenguaje

Contenido: Efemérides: Día de la Memoria por  la Verdad y la Justicia.

Fecha: 25/3/ 2021

                                          


Prohibido no leer

# 24 de marzo:Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

·        Te proponemos leer el breve artículo que encontrarás a continuación La censura en la dictadura militar.

 

El 24 de marzo se cumple un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976. Pasaron 45 años desde el día en que los militares destituyeron a los gobernantes elegidos democráticamente y tomaron el poder por la fuerza. Durante los casi 8 años en que los militares gobernaron la Argentina la sociedad estuvo privada de muchos de sus derechos. Estaba prohibido reunirse, organizar manifestaciones, huelgas y no había libertad de expresión. Antes de publicar un libro, una noticia, estrenar una película, una obra de teatro, etc. el gobierno aplicaba la censura previa. Esto significa que si a las autoridades les parecía que no se debían publicar, los prohibían.

 La literatura infantil también fue censurada y muchos libros para chicos estuvieron prohibidos. Uno de los libros prohibidos fue “La torre de cubos” de Laura Devetach.


* Exploramos el libro. Observá  la tapa y leé el índice.

          Su autora 


#Leemos uno de sus cuentos: "La planta de Bartolo"
 

La planta de Bartolo 

El buen Bartolo sembró un día un cuaderno en un macetón. Lo regó, lo puso al calor del sol, y cuando menos lo esperaba, ¡trácate!, brotó una planta tiernita con hojas de todos colores. Pronto la plantita comenzó a dar cuadernos. Eran cuadernos hermosísimos, como esos que gustan a los chicos. De tapas duras con muchas hojas muy blancas que invitaban a hacer sumas y restas y dibujitos. Bartolo palmoteó siete veces de contento y dijo: —Ahora, ¡todos los chicos tendrán cuadernos! ¡Pobrecitos los chicos del pueblo! Estaban tan caros los cuadernos que las mamás, en lugar de alegrarse porque escribían mucho y los iban terminando, se enojaban y les decían: — ¡Ya terminaste otro cuaderno! ¡Con lo que valen! Y los pobres chicos no sabían qué hacer. Bartolo salió a la calle y haciendo bocina con sus enormes manos de tierra gritó: — ¡Chicos!, ¡tengo cuadernos, cuadernos lindos para todos! ¡El que quiera cuadernos nuevos que venga a ver mi planta de cuadernos! Una bandada de parloteos y murmullos llenó inmediatamente la casita del buen Bartolo y todos los chicos salieron brincando con un cuaderno nuevo debajo del brazo. Y así pasó que cada vez que acababan uno, Bartolo les daba otro y ellos escribían y aprendían con muchísimo gusto. Pero, una piedra muy dura vino a caer en medio de la felicidad de Bartolo y los chicos. El Vendedor de Cuadernos se enojó como no sé qué. Un día, fumando su largo cigarro, fue caminando pesadamente hasta la casa de Bartolo. Golpeó la puerta con sus manos llenas de anillos de oro: ¡Toco toc! ¡Toco toc!

—Bartolo —le dijo con falsa sonrisa atabacada—, vengo a comprarte tu planta de hacer cuadernos. Te daré por ella un tren lleno de chocolate y un millón de pelotitas de colores. —No —dijo Bartolo mientras comía un rico pedacito de pan. — ¿No? Te daré entonces una bicicleta de oro y doscientos arbolitos de navidad. —No. —Un circo con seis payasos, una plaza llena de hamacas y toboganes. —No. —Una ciudad llena de caramelos con la luna de naranja. —No. — ¿Qué querés entonces por tu planta de cuadernos? —Nada. No la vendo. — ¿Por qué sos así conmigo? —Porque los cuadernos no son para vender sino para que los chicos trabajen tranquilos. —Te nombraré Gran Vendedor de Lápices y serás tan rico como yo. —No. —Pues entonces —rugió con su gran boca negra de horno—, ¡te quitaré la planta de cuadernos! —y se fue echando humo como la locomotora. Al rato volvió con los soldaditos azules de la policía. — ¡Sáquenle la planta de cuadernos! —ordenó. Los soldaditos azules iban a obedecerle cuando llegaron todos los chicos silbando y gritando, y también llegaron los pajaritos y los conejitos. Todos rodearon con grandes risas al vendedor de cuadernos y cantaron “arroz con leche”, mientras los pajaritos y los conejitos le desprendían los tiradores y le sacaban los pantalones. Tanto y tanto se rieron los chicos al ver al Vendedor con sus calzoncillos colorados, gritando como un loco, que tuvieron que sentarse a descansar. — ¡Buen negocio en otra parte! —gritó Bartolo secándose los ojos, mientras el Vendedor, tan colorado como sus calzoncillos, se iba a la carrera hacia el lugar solitario donde los vientos van a dormir cuando no trabajan.

1) Luego de  la lectura respondé:

a) ¿Qué cuenta "La planta de Bartolo"?

b) ¿Cómo es Bartolo?

c) ¿Qué pensas sobre lo que hace su planta?

d) ¿A quiénes podría molestarles esta histotia? ¿Por qué?

e)¿Qué pensas sobre que un gobierno quiera prohibir libros?


2) Escribí qué pensas sobre las ideas censuradas.


💟 No se olviden de enviarnos sus tareas por mail o whatsapp. 😉😊


Cuidense mucho, los queremos!!!



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